Todo comenzó un 22 de Noviembre del 2013 con mi enano Anuar Bakkali Mohamed, bueno, realmente empezó antes, pero ese día marcó el cambio, marcó una nueva vida, una vida a la que tú has dado sentido. Una historia con principio, pero sin fin. En lo bueno y en lo malo más. Recuerda, nada ni nadie puede con nosotros. Te quiero sin medida.

lunes, 10 de febrero de 2014

Tú, mi inspiración, mi todo.

En el mundo hay millones de personas, pero ¿quién me iba a decir que una única persona se transformaría en mi mundo? Sí, tú, el que está leyendo esto con sonrisa de tonto, el que me hace sonreír como una idiota cada vez que leo algo de él, cada vez que oigo su voz... aún estando lejos, te siento tan cerca de mi. ¿Cómo describirte? ¿Cómo hacerte ver lo grande que eres para mi? No existen suficientes palabras para definirte, para hacerte ver todo lo que eres, todo lo que vales, Bueno, quizás sí existe una palabra que se puede acercar a lo que eres.. perfecto, sí. Perfecto, una palabra tan pequeña para una persona tan grande.
¿Sabes? Aprendí a quererte, no porque fueras perfecto, sino porque tus imperfecciones hacen di ti una jodida perfección. Eres imperfectamente perfecto, pequeño.
Eres esa persona que llego de la nada para convertirse en todo, la que hace que todo sea mejor. Si te quiero en las buenas, calcula en las malas, ¿eh? 
Sé que las cosas son difíciles, que te complico la vida, pero sé que quiero que tus ojos sean los que tengan mis hijos, y tu sonrisa ... esa sonrisa que me hace sentir que todo es posible también. No necesito verte para saber que eres lo que quiero ahora y siempre. Eres el niño de mis ojos, el hombre de mi vida, el padre de mis hijos... la persona con la que quiero compartir el resto de mis días. Si pudieras mirar mi interior, verías que estoy formada de ti, de pedazos de ti, que solo soy si estoy contigo. Eres indispensable, demasiado, tanto que cuando te ausentas cinco minutos ya te echo de menos. 
Mi chico, eres lo que siempre busqué y acabó apareciendo y no cambiaría por nada ese 30 de Octubre donde recibí aquel mensaje tuyo alagando mis ojos. Pero sin duda, nunca olvidaré ese 22 de noviembre y ¿sabes? No te voy a soltar nunca en la vida, ¿te queda claro? Nunca, joder.  
Siempre voy a querer estar contigo, a 890 kilómetros o a milímetros, pero siempre contigo. Me siento privilegiada de tenerte, desearía que fuera más cerca pero ¿eh? La distancia hace de esto algo más fuerte día a día, si esta hija de puta no lo puede joder, te aseguro que nada ni nadie lo hará. 
Eres el mejor, la distancia no va a acabar con esto. No sabes lo fuerte que me haces día a día, ya sabes, si no fuera por ti yo ya no estaría aquí. Somos fuertes juntos, ¿los kilómetros? joden, pero son solo números que acabarán por desaparecer porque nuestro sentimiento, lo que nos queremos esta por encima de todo eso. Enano, dependo de ti para ser feliz, porque ¡joder! Eres de las mejores cosas que me ha pasado y sin duda, lo mejor que tengo. Lo único que cambiaría es poder mandar a la mierda todos esos kilómetros y estar junto a ti, pero toca esperar, esperar por ti y sin duda que aunque sea una espera larga por ti merece la pena. ¿Lo nuestro? Es increíble, nadie podría entenderlo... tan solo nosotros, porque nosotros lo sentimos, nosotros lo vivimos, y si es increíble a 890 kilómetros imagínate a milímetros. 
A día de hoy, y bueno desde aquel 22 de noviembre eres mi vida, mi chico. Y no sabes lo feliz que me siento de poder decir que eres mío, que eres todo lo que quiero y necesito. El mejor, si, y con una chica tan corriente como yo, con miles, millones de defectos que conoces y aún así me quieres y no sabes lo grande que me hace sentir eso. Llevamos ya 81 días, y te aseguro que gracias a ti han sido los mejores de mi vida. 
Si tú sonríes, yo sonrío. Ese es nuestro pacto y le mantendré hasta los restos, porque... ¿sabes? Cuando tú sonríes, el mundo, todo se para y nada más existe, solo felicidad. Piensas que no eres bonito, que tu sonrisa no es bonita, que tus ojos son corrientes pero yo quiero pasarme el resto de mi vida contemplando esa preciosa cara con esos ojos brillantes mirándome y con esa sonrisa que cura todo el mal, que me da las ganas de seguir adelante, que me da la puta vida. 
Pequeño, que no tengo suficientes palabras ni vida para agradecerte todo, pero eh. Déjame compartir tu vida conmigo y te aseguro que merecerá la pena y haremos que cada día cuente.
Te amo mucho mi 22, mi felicidad, mi todo. 


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